Buenas tardes Sr. Presidente, miembros del Consejo de Administración, señoras y señores accionistas.
Soy Eduardo Aragón y hablo como miembro de la campaña Banca Armada, promovida por el Centre Delàs d’Estudis per la Pau, SETEM, Justicia i Pau, l’Observatori del Deute en la Globalització, FETS, Alternativa Antilmilitarista MOC, Col·lectiu RETS y la Fundació Novessendes.
Les hablo en representación de 26 accionistas críticos con su política de inversiones, que un año más, nos han delegado un total de 386.852 acciones para alzar nuestra voz hoy en esta junta y denunciar así las inversiones en empresas de armamento que siguen realizando ustedes en nombre de esta institución financiera.
Queremos aprovechar esta intervención para hablar sobre su propia política de inversiones en materia de defensa, que se vanagloria de seguir un buen criterio de ISR. Leo textualmente su documento:
“Normas de actuación en materia de defensa
Exclusión que se aplica a todas las unidades y filiales del Grupo BBVA, incluidas las entidades gestoras. Para su aplicación, utilizamos listas de compañías y países elaboradas y actualizadas periódicamente por un asesor experto independiente.
-No invertirá ni ofrecerá servicios financieros a empresas relacionadas con armas que se consideran controvertidas: minas antipersonas, armas biológicas, armas químicas, armas de racimo y armas nucleares.”
Sin embargo, señores y señoras accionistas, si se leen con atención estas normas, se dice que, “la propiedad, producción, proliferación y uso de armas nucleares están estrictamente regulados y supervisados a través del TNP (Tratado de No Proliferación). Como parte de este tratado, se acepta que China, Francia, Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos produzcan y estén en posesión de armas nucleares.”
Lo que no contempla esta norma de seguridad es que las demandas de la comunidad internacional en materia de armamento nuclear han cambiado. Estas demandas son ya hechos para las decenas de países que han firmado y ratificado ya el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, que sí que pretende eliminar la amenaza del arsenal nuclear. Este Tratado se abrió a firma en la sede las Naciones Unidas, el 20 de septiembre de 2017. Una vez que 50 países lo hayan ratificado o se hayan adherido a él, entrará en vigor. Será probablemente, y solo si eso ocurre, el momento en el que BBVA deje de financiar a la industria nuclear gracias al buen juicio legal de su asesor experto independiente.
Señoras y señores del consejo de administración, las armas nucleares son siempre extremadamente peligrosas y nocivas para la vida en la tierra las produzca quién las produzca, las posea quién las posea o las regule el Tratado que las regule. ¿Se imaginan las consecuencias de la magnitud de un accidente con este tipo de arsenales? Las mascarillas que estamos viendo estos días por las calles no nos protegerán.
Shorting our security: Financing the companies that make nuclear weapons, publicado en junio de 2019 por PAX, Profundo y ICAN, dice que el BBVA ha invertido recientemente 2,528.2 millones de dólares en General Dynamics.
Sr. Carlos Torres, esta empresa de armamento tiene una serie de contratos relacionados con componentes clave para el mísil nuclear Trident II que comparten el Reino Unido y Estados Unidos. El contrato inicial de 28,2 millones adjudicado en 2015 ha sido modificado repetidamente entre 2017 y 2018 para llegar hasta una cifra de 155,6 millones.
Además, su filial, General Dynamics Electric Boat, recibió un contrato por el valor de 43,4 millones de euros en septiembre de 2017 para la integración del kit de Sistema de Apoyo Estratégico de Armas del Reino Unido en la balística de sus submarinos de misiles nucleares. En 2018 este contrato fue modificado significativamente, hasta alcanzar la cifra de 414 millones euros. Además de a General Dynamics su banco también ha financiado a otras empresas involucradas en la fabricación de armamento nuclear como Aecom, Airbus Group, Boeing o Honeywell International.
Sr. Torres y miembros del Consejo de Administración, tienen ustedes en sus manos la decisión de dejar de lucrarse con la decisión de financiar a estas empresas.
Sres. y Sras. accionistas, es su dinero el que se está invirtiendo en la fabricación de armas nucleares, las más devastadoras en cuanto a impacto medioambiental, material y humano que se hayan fabricado jamás. Pueden cargar este hecho sobre sus consciencias, o pueden exigirle al su banco que deje de hacerlo. Ustedes deciden.
Este es un mensaje especialmente dirigido a las personas accionistas críticas de alguno de los grandes bancos convencionales del estado español: BBVA, Banco Santander, CaixaBank, Banco Sabadell y Bankia. Un año más, las entidades involucradas en la campaña Banca Armada participaremos en las juntas generales de accionistas de estas cinco entidades para denunciar sus políticas de inversiones en empresas de armamento. Para ello, necesitamos que personas con acciones de estos bancos, pero críticas con sus prácticas nos cedan estas acciones para que podamos hablar en su nombre y explicar ante toda su colaboración con el negocio de la guerra.
Además, también queremos conseguir participar por primera vez en una las juntas de una de las grandes aseguradoras, Mútua Madrileña.
¿QUÉ QUEREMOS CONSEGUIR?
Nuestro objetivo es explicar ante los accionistas de la entidad financiera y los medios de comunicación algunas de las consecuencias que implican sus inversiones en la industria de armamento y contribuir a la concienciación de toda la sociedad.
¿CUANDO?
Las juntas de accionistas tendrán lugar durante los próximos meses de marzo y mayo.
BBVA: 13 de Marzo
Banc Sabadell: 26 de Marzo
Bankia: 27 de Marzo
Caixabank: 3 de Abril
Banco Santander: 3 de Abril
Mutua Madrileña: Por confirmar
CÓMO COLABORAR:
Si como accionista de una de estas entidades no apruebas su política de inversiones en la industria armamentística, puede cedernos tus acciones porque intervengamos también en tu nombre.
Para cedernos tu voto, nos tiene que enviar la delegación de voto original firmada 10 días antes de la junta de accionistas de tu banco como fecha límite.
El tarjetón de delegación de voto firmado nos deberás enviar sin llenar el nombre de la persona que asistirá, ya que aún tenemos que confirmar los miembros de la campaña Banca armada que estarán presentes en cada una de las juntas de accionistas.
Enviar por correo postal a la siguiente dirección:
c / Erasme de Janer, 8, despatcho 9, 08001, Barcelona
Excepción para los accionistas de Bankia: debe adjuntarse con la delegación de voto la copia de tu DNI o enviarnos el DNI escaneado por correo electónico aEsta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Excepción para los accionistas de Caixabank: tienes que contactarnos por correo electrónico (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.) para que te confirmemos el nombre de la persona que representará tu voto, y luego llevar tu delegación de voto llenada y firmada en cualquier sucursal de Caixabank o hacer el trámite online, como máximo 3 días antes de la junta de accionistas.
Buenos días Sr. Presidente de la Mutua Madrileña, miembros del Consejo de Administración, señoras y señores mutualistas.
Me dirijo a ustedes como miembro de la campaña Banca Armada, promovida por el Centro Delàs de Estudios por la Paz, SETEM, FETS, Justicia y Paz, el Observatorio de la Deuda en la Globalización y AA-MOC.
Les remitimos esta carta abierta con motivo de la celebración, hoy, 14 de mayo de 2019, de la Junta General de su sociedad.
En los Informes de Actividad y Responsabilidad Social Corporativa de la Mutua Madrileña exponen el compromiso del grupo con la gestión ética y responsable. Desde la campaña Banca Armada no podemos sino discrepar con esta afirmación. Nos dedicamos a denunciar públicamente a las instituciones que financian la industria militar y, tristemente, la Mutua Madrileña se encuentra en la lista de entidades que financian la guerra.
En el periodo 2013-2018, la Mutua Madrileña ha financiado con más de 29 millones de euros (29.027.465€) a la empresa INDRA.
Indra es una de las principales compañías militares de España y una de las principales en defensa y seguridad de Europa. Asimismo, Indra tiene un papel importante en la militarización de las fronteras, a través de la construcción de la tercera valla en la frontera española en Melilla, donde se han documentado numerosas vulneraciones de derechos a personas migrantes.
Indra también tiene relación con la guerra del Yemen, ya que el ejército saudí usa armas con componentes y productos electrónicos producidos por Indra, como el Eurofighter. Arabia Saudí lidera una coalición internacional que lleva a cabo operaciones militares en Yemen en las que se bombardea objetivos civiles.
Resulta especialmente inmoral que su sociedad, una mutua, haga este tipo de inversiones, ya que, teóricamente, sus principios son los de velar por el cuidado de las personas.
Señor presidente, miembros del Consejo, señores y señoras mutualistas, les pedimos que no utilicen las inversiones de su sociedad para mantener el ciclo de la guerra, sino para velar por la paz en el mundo. El beneficio monetario no debería ser el único criterio por el que regir una organización como la suya.
Atención a todas las personas mutualistas de la Mutua Madrileña o a personas sensibilizadas con la Campaña Banca Armada que puedan echar una mano en la difusión del llamamiento a mutualistas: Este es un mensaje especialmente dirigido a las personas mutualistas críticas de la Mutua Madrileña. Este año, las entidades involucradas en la campaña Banca Armada participaremos en las juntas generales de las entidades aseguradoras para denunciar sus políticas de inversiones en empresas de armamento. Por eso, necesitamos que personas mutualistas críticas con sus prácticas nos cedan su voz para que podamos explicar su colaboración en el negocio de la guerra. Nuestro objetivo es explicar ante el consejo de administación de la Mutua Madrileña algunas de las consecuencias que implican sus inversiones en la industria de armamento y contribuir a la concienciación de toda la sociedad. También haremos difusión a través de redes sociales y de los medios de comunicación.
CUÁNDO? La junta tendrá lugar a Madrid el 14 de Mayo.
CÓMO COLABORAR: · Si eres mutualista de la Mutua Madrileña y no apruebas su política de inversiones en la industria armamentística, ponte en contacto con nosotros para que podamos intervenir en la Junta. · Necesitamos personas mutualistas con voluntad de leer un pequeño texto durante el turno de intervenciones de la Junta. · Si quieres participar, ponte en contacto con Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Buenos días Sra. Presidenta, señoras y señores del Consejo de Administración, señoras y señores accionistas.
Soy Enrique Molina y me dirijo a ustedes como miembro de la campaña Banca Armada, promovida por SETEM, Centro Delàs de Estudios por la Paz, Justícia i Paz, el Observatorio de la Deuda en la Globalización, FETS y AA-MOC.
Les hablo en representación de 24accionistas que por décimo año consecutivo nos han delegado un total de75.173acciones para volver a denunciar en esta junta las inversiones en armamento que el Banco Santander viene realizando.
En la“Base de datos internacional de Banca Armada”del Centro Delàs de Estudios por la Paz, se identifican 18empresas fabricantes de armamento que en el periodo 2013-2018 han sido financiadas por el Banco Santander por un importe total demás de 2.470 millones de €uros.
Estamos hablando de las empresas: SAFRAN, BOEING, EMBRAER, AIRBUS GROUP, LEONARDO, MAXAM, FLUOR, HONEYWELL INTERNATIONAL, THALES, MOOG, INDRA, NAVANTIA, UNITED TECHNOLOGIES CORPS, MITHUBISHI HEAVY INDUSTRIES, RHEINMETALL, THYSSENKRUPP, ROLLS ROYCE HOLDINS y COBHAM.
Toda ellas son empresas que en virtud de sus intereses comerciales, obvian las nefastas consecuencias de las aplicaciones de sus productos. Son empresas que están exportando armas a Oriente Medio y al Norte de África, que hacen escalar la violencia de los conflictos armados de estos territorios, que aumentan el número de muertes e incrementan la inseguridad de las personas que viven allí, y que obligan a millones a abandonar sus hogares y a buscar refugio en otros países. En los últimos años, la cifra de desplazamientos forzados se ha incrementado de forma brutal y ya se contabilizan más de 68 millones de personas desplazadas en todo el mundo.
Este es un drama que a estas alturas ya no le es ajeno a nadie, y dado que tenemos poco tiempo queremos dedicar esta intervención a dos ejemplos concretos que muestran la complicidad del Banco Santander con las guerras y los desplazamientos forzados.
Entre 2013 y 2018el Banco Santander ha financiado con más de 54 millones de euros (54.994.180€) a la empresa INDRA, cuyo 20% de producción es militar, y que controla el 80% de la Sociedad Española de Misiles (Inmize Sistemas). Asimismo, también es una de las principales responsables de construir y mantener las vallas de Ceuta y Melilla, por lo que se beneficia por partida doble de la tragedia de las personas refugiadas: por una parte, suministra armas y otros equipamientos que alimentan los conflictos armados que obligan a las poblaciones a abandonar sus hogares; y por otra parte, vende a gran escala equipos de seguridad y control de fronteras para evitar la entrada de las personas en busca de asilo en territorio de la UE. Es un negocio redondo, y a él le debemos en parte las escenas terribles que se viven en las fronteras militarizas en el Mediterráneo, en el Este de Europa y la frontera sur.
El segundo ejemplo es el de la empresa MAXAM, que entre 2013 y 2018ha recibido por parte del Banco Santander más de 165 millones de €uros en créditos (165.121.682€). Maxam es una de las empresas de explosivos militares más grandes del mundo. En el pasado fue responsable de la fabricación de minas anti-persona y bombas de racimo, pero tuvo que parar su producción a regañadientes cuando se prohibió su fabricación. Recientemente estuvo envuelta en otra polémica vinculada a un caso de comercio de armas con destino a la guerra de Siria.
MAXAM vende también explosivos a Arabia Saudí, y creo que es evidente para cualquier persona en esta sala que el régimen saudí no cumple con los criterios sobre tratados, convenciones y ratificación de la carta de DDHH que desde el Banco Santander dicen seguir. Tampoco es ningún secreto que Arabia Saudí está envuelta desde hace ya años en la guerra del Yemen, con varios miles de muertos desde que los bombardeos saudíes comenzaron.
Y esto son solo unos pocos ejemplos. Tristemente, podríamos seguir analizando las demás empresas de armamento que son financiadas por el Banco Santander y sus nefastos impactos en los derechos humanos.
Así pues, Señora Presidenta, señoras y señores accionistas... les pedimos que enfrenten de una vez estas realidades que venimos presentándoles desde hace 10 años. No todo vale para conseguir mayores beneficios y seguir creciendo. Les pedimos que dejen de ser cómplices del negocio de la guerra y que, en definitiva, dejen de ser parte del problema y pasen a ser parte de la solución.
Buenos días Sra. Presidenta, miembros del Consejo de Administración, señoras y señores accionistas.
Soy Nuria García y hablo como miembro de la campaña Banca Armada, promovida por el Centro Delàs de Estudios por la Paz, SETEM, Justícia y Paz, el Observatorio de la Deuda en la Globalización, FETS y AA-MOC.
Les hablo en representación de 24 accionistas que nos han delegado un total de 75.173 acciones para levantar la voz hoy en esta junta y denunciar las inversiones en armamento nuclear que sigue realizando su banco, el Banco Santander.
El año pasado, Señora Presidenta, nos decía que el equipo ejecutivo y el consejo del Banco Santander tienen en consideración los aspectos sociales y ambientales en sus proyectos de inversión.
Estamos aquí de nuevo, por décimo año consecutivo, porque este banco sigue entre las entidades líderes en inversión y financiación de armas nucleares. El valor total invertido entre 2013 y 2018 es de 2.400 millones de euros, según la “Base de datos internacional de Banca Armada” del Centro Delàs de Estudios por la Paz. Banco Santander es el segundo banco español que más invierte en estas armas letales.
De hecho, a pesar de sus “Directrices de Política del Sector de la Defensa” donde se establece que su entidad bancaria no mantendrá ningún tipo de relación comercial con organizaciones que comercialicen o distribuyan armas nucleares, entre otras, podemos constatar que entre 2013 y 2018 han financiado las siguientes:
Honeywell International, una de las empresas con mayor implicación en el complejo industrial de armamento nuclear, especializada en el mantenimiento de misiles nucleares como el Trident II y en la fabricación del misil balístico M-51 para submarinos, recibió créditos por un valor de 129.573.394 de euros.
Leonardo, responsable del desarrollo y diseño del vehículo de transporte para el misil intercontinental norteamericano Minuteman III, ha recibido 179.700.586 € por parte de Banco Santander.
Boeing, Fluor, Thales, son otras de las empresas que fabrican y exportan armas nucleares que también han recibido préstamos del Banco Santander.
Como ve, Sra. Botín, nos preocupa el peligroso vínculo que sigue existiendo entre su banco y las empresas que producen armas nucleares.
Este hecho resulta especialmente preocupante en el contexto actual: Tras el anuncio de los gobiernos de Estados Unidos y Rusia de retirarse del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), un histórico acuerdo de desarme firmado en la Guerra Fría, que sirvió para alejar de Europa los misiles de crucero de tierra con un rango de entre 500 y 5.500 kilómetros.
Las consecuencias humanas y medioambientales de un estallido nuclear serían catastróficas; la muerte y la destrucción se extenderían en un radio mucho más amplio del que provocaron las detonaciones en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial, además de afectar severamente a nivel medioambiental y causar miles de desplazamientos forzosos de población.
Miembros del consejo de Administración, Sres. y Sras. accionistas, ¿no creen que es hora de dejar de financiar estas armas de destrucción masiva como ya han hecho otras entidades financieras a nivel europeo?
Sres. y Sras. accionistas, si su única motivación es conseguir mayores dividendos, sigan invirtiendo en el sector armamentístico. Pero deben saber que su irresponsabilidad hace que todos nosotros, incluidos ustedes, vivamos cada vez en un mundo menos seguro. Sean conscientes de que la sociedad civil y, en particular nuestra campaña, no dejará de recordárselo a ustedes y al resto de la banca armada.
Consecuentemente, Sra. Botín, le instamos a usted y a todos los aquí presentes, a abandonar hoy y definitivamente la financiación a empresas que fabriquen armas nucleares.
Muchas gracias por su atención y esperamos no tener que volver el año que viene.