Maria Fraile, activista de la Campaña Banca Armada, ha denunciado las inversiones de Bankia en Indra, empresa que desarrolla electrónica militar que se utiliza en la guerra del Yemen.
La campaña también ha recordado los vínculos de Bankia con MAXAM, una de las empresas de explosivos militares más grandes del mundo.
Con la intervención esta mañana en la Junta de Accionistas de Bankia, Banca Armada inicia un nuevo año de denuncias a los órganos de gobierno de los principales bancos españoles que financian la industria del armamento, el control fronterizo y la producción de armas nucleares.
Valencia, 23 de marzo de 2021. La Campaña Banca Armada ha denunciado esta mañana, por quinto año consecutivo, la participación de Bankia en empresas relacionadas con la producción de armamento. Maria Fraile, activista de Fundación Novessendes y en representación de la Campaña Banca Armada, ha intervenido en la Junta de Accionistas de Bankia para recordar que esta entidad financiera ha invertido y concedido créditos sistemáticamente durante los últimos años a empresas vinculadas con el negocio de la guerra y la militarización y securitización de las fronteras y nuestras sociedades.
Según datos de la campaña, durante el periodo 2014-2019, este banco ha apoyado y servicios financieros a la industria armamentística por valor de más de 85 millones de euros. Bankia apoyar la emisión de casi 30 millones de euros de bonos de Indra Sistemas S.A., empresa que dedica alrededor del 19% de su producción a desarrollar electrónica militar, simuladores de vuelo y sistemas de tiro y de defensa electrónica.
"El caso de Indra es aún más significativo porque ha conseguido postularse como un actor de referencia en esta industria armamentista y de seguridad, sobre todo fronteriza", ha señalado Maria Fraile. Prueba de ello es su actual función, otorgada por el Gobierno español, como coordinadora nacional industrial en el programa europeo de Defensa FCAS (Future Combat Air System) para el desarrollo de un nuevo avión de combate, el mayor programa conjunto europeo de defensa hasta el momento.
Además, Indra es una de las grandes beneficiarias de la financiación en I+D para proyectos de seguridad fronteriza. Indra coordinó el proyecto PERSEUS para el desarrollo de Eurosur, el sistema de vigilancia fronteriza de la UE y está involucrada en el OCEAN2020, el primer proyecto financiado por el Fondo Europeo de Defensa que tiene el objetivo de integrar plataformas navales no tripuladas en la vigilancia marítima y en las misiones de interceptación. El material militar que fabrica Indra y los objetivos para los que se fabrica son más que cuestionables, ya que sirven para fortalecer las políticas de control fronterizo que vulneran los derechos fundamentales de las personas refugiadas que huyen de territorios en conflicto como el de Yemen: "nadie debería tener que migrar y nadie debería ser nunca considerado 'ilegal' ni verse sometido a esta realidad tan lamentable que la Unión Europea sostiene gracias a empresas como Indra en sus fronteras".
Bankia también participó en créditos aportando un total de 55 millones de euros a MAXAM en el año 2014, una de las empresas de explosivos civiles y militares más grandes del mundo, que fabrica y exporta municiones de mortero, de calibre medio, de artillería y de armas ligeras, granadas subacuáticas, y bombas lapa, entre otros.
Ante estos datos, la Campaña Banca Armada ha pedido al presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri y en su consejo de administración que detengan hoy las inversiones en el negocio de la guerra: "tienen ustedes en sus manos estas decisiones. Sin la financiación de instituciones financieras, el 75% de las armas no se podrían fabricar".
Comienzan las Juntas de Accionistas 2021
Con la intervención de esta mañana, la Campaña Banca Armada inicia su participación en las Juntas de Accionistas de los principales bancos españoles y mutuas de este año, gracias a la cesión de votos de accionistas críticos con las diferentes entidades bancarias. El viernes haremos oir nuestra voz en las juntas de Banc Sabadell y Banco Santander, y el próximo 20 de abril en la junta de BBVA.
La campaña incluirá este año una novedad: a través de la recientemente presentada webapp de Banca Armada (proyecto de Fundación Novessendes, Setem Comunitat Valenciana, con el apoyo del Centre Delàs), accionistas y clientes encontrarán un modelo de carta para denunciar las inversiones en el negocio de la guerra que podrán enviar directamente a las grandes entidades financieras españolas.
Sobre la campaña Banca Armada
La campaña está formada actualmente por nueve organizaciones -Centre Delàs d’Estudis per la Pau, SETEM, Justícia i Pau, l'Observatori del Deute en la Globalització, FETS, Alternativa Antimilitarista-Moviment d’Objecció de Consciència, Col·lectiu RETS, la Fundació Novessendes y la Fundación Finanzas Éticas- que tienen como objetivo denunciar los vínculos de los bancos convencionales con la industria del armamento para sensibilizar a la sociedad sobre la relación de estas prácticas financieras con las tragedias humanas y los conflictos internacionales. www.bancaarmada.org
- Maria Vázquez (Centre Delàs d'Estudis per la Pau)
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. - 633 561 498 - 93 441 19 47
- Marina Ubach (Setem Catalunya)
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. / 661 464 220
Las activistas de la campaña Banca Armada exigen a la Junta General del Grupo Mutua Madrileña que rompa sus vínculos con Indra, empresa que se lucra de la producción armamentística y de la militarización de fronteras.
Durante el año 2019, Mutua Madrileña invirtió 3.283.600 € en Indra, que dedica alrededor del 27% de su producción a desarrollar electrónica militar y defensa electrónica.
Barcelona, 17 de julio de 2020. Con motivo de la Junta General Ordinaria del Grupo Mutua Madrileña, la campaña Banca Armada ha denunciado esta mañana las inversiones que esta mutua lleva a cabo en el negocio de la guerra y las fronteras. En concreto, y durante el año 2019, Mutua Madrileña invirtió 3.283.600 € en Indra, empresa española que dedica alrededor del 27% de su producción a desarrollar electrónica militar, simuladores de vuelo y sistemas de tiro y de defensa electrónica.
Hoy, y por primera vez, algunas personas mutualistas han participado en la acción de denuncia de las inversiones de Mutua Madrileña en el sector armamentístico y de seguridad fronteriza.
Las mutualistas han dirigido una carta al presidente del Grupo Mutua Madrileña, Ignacio Garralda, para pedir que dejen de financiar la industria de armamento y retiren sus inversiones en Indra Sistemas SA. Tal y como explican las mutualistas en sus cartas, Indra consigue grandes contratos públicos que consumen ingentes cantidades de los presupuestos estatales y europeos, siendo el Ministerio de Defensa español uno de sus clientes principales. La empresa participa en el programa de las Corbetas Avante 2200 de Navantia destinadas a Arabia Saudí, país que lidera la coalición en la guerra contra el Yemen. Por otra parte, la empresa también se lucra con la militarización de las fronteras que tiene un impacto en los derechos fundamentales de las personas refugiadas, que huyen de la violencia en territorios en situación de conflicto armado, como es el caso de Yemen.
Indra es una de las empresas más protegidas de España, con una tasa de crecimiento de ventas del 455% durante el periodo 2006-2015. La empresa copa el 19,4% de las ventas de defensa en el sector de vehículos terrestres, domina las ventas de defensa en el sector espacial y acumula un 38,6% de las ventas de defensa en el sector de misiles -que le reportaron unos 66 millones de euros el año 2016-, además de estar presente en los sectores naval, aeronáutico y, también en el electrónico-informático, donde acapara cerca de la mitad del total de las ventas de defensa y la mayor parte del mantenimiento y modernización de la electrónica de múltiples programas de armamento.
Las mutualistas que han mostrado hoy su rechazo a las inversiones de Mutua Madrileña han destacado que Mutua Madrileña"debe dejar de invertir en empresas que se lucran del negocio de la guerra y que debe incluir en su política de inversiones una cláusula que prohíba que se puedan volver a llevar a cabo inversiones de este tipo".
La campaña está formada actualmente por nueve organizaciones -Centre Delàs d'Estudis per la Pau, SETEM, Justicia y Paz, ODG, Col·lectiu Rets, AA-MOC, FETS, Fundació Novessendes y Fundación Finanzas Éticas- que tienen como objetivo denunciar los vínculos de las entidades financieras con la industria de las armas para sensibilizar a la sociedad sobre la relación de estas prácticas financieras con las tragedias humanas y los conflictos internacionales. www.bancaarmada.org
Para más información:
- Maria Vázquez (Centre Delàs d'Estudis per la Pau)
La campaña Banca Armada exige en la junta de accionistas de Bankia que detenga las inversiones en empresas que se lucran de las guerras y de la militarización de fronteras, vulnerando los derechos de las personas desplazadas por la fuerza.
La campaña exige en la junta de accionistas de Banco Sabadell que la entidad deje de invertir en empresas que fabrican armas nucleares.
Los activistas de la campaña Banca Armada denuncian que Bankia y Banco Sabadell incrementan un año más su inversión en el negocio de la guerra.
Barcelona, 27 de marzo de 2020. Activistas de la campaña Banca Armada han denunciado hoy los vínculos de Bankia y Banco Sabadell con la industria de la guerra.
Debido a la alerta sanitaria y las medidas de seguridad decretadas debido al Covid-19, la junta de accionistas de Bankia -que ha tenido lugar esta mañana- y la de Banco Sabadell -ayer por la tarde- se han celebrado "en línea", por lo que los activistas de #NoBancaArmada que debían intervenir sólo han podido (en el caso de Banco Sabadell, y en representación de accionistas críticos con la entidad bancaria con un total de 107.816 acciones), enviar su intervención por correo.
Sin embargo, desde la campaña Banca Armada se ha difundido un vídeo para cada entidad bancaria con el contenido de la intervención prevista para dar a conocer y denunciar las inversiones que realizan en empresas de la industria de armamento.
Bankia y su inversión en el negocio de la militarización de fronteras
Edgard David Vega, activista de la campaña y miembro del Centre Delàs d'Estudis per la Pau, ha denunciado que Bankia continúa invirtiendo o concediendo créditos a una serie de empresas vinculadas con el negocio de la guerra y la militarización de las fronteras: "hemos podido confirmar que en el periodo 2014-2019 su relación con la industria de armamento se ha materializado con una suma total de inversiones y financiación que ha ascendido a más de 85 millones de euros".
Bankia otorgó 55 millones de euros en créditos a la empresa MAXAM en 2014, y financió en casi 30 millones de euros a INDRA, empresa que dedica alrededor del 27% de su producción a desarrollar electrónica militar, simuladores de vuelo, sistemas de tiro y defensa electrónica.
El caso de INDRA es especialmente flagrante porque, tal y como ha asegurado María Faye, presidenta de Diomcoop (cooperativa que busca alternativas dignas a personas vulnerables en situación irregular), también "se lucra con la gestión de las políticas de control fronterizo que vulneran los derechos fundamentales de las personas refugiadas que huyen de territorios en conflicto como Yemen".
El Banco Sabadell financia la producción de armas nucleares
El informe Shorting our security: Financing the companies that make nuclear weapons publicado el pasado junio por PAX, Profundo y ICAN revela como este banco ha continuado dando su apoyo financiero a AECOM y ha comenzado a financiar General Dynamics, dos empresas que contribuyen a la producción de armas nucleares.
Antoni Tatay, de Justicia i Pau de Valencia, y activista de #NoBancaArmada, subrayó que "General Dynamics cerró el pasado mes de diciembre el contrato de construcción naval militar más grande de la historia, un acuerdo de 22 billones de dólares para 9 submarinos nucleares nuevos".
El Banco Sabadell también ha aumentado la financiación en otra industria de la guerra como es AECOM, triplicando su apoyo a esta empresa entre 2017 y 2019, con un total de más de 65 millones de euros. AECOM trabaja en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, donde participa en la investigación, diseño, desarrollo y producción de armas nucleares.
Susi Snyder, líder de PAX No Nukes Project y coordinadora de 'Do not bank on the bomb' -organización que ofrece información sobre las empresas relacionadas con la producción de componentes clave para las armas nucleares- confirma que Banco Sabadell mantiene relaciones económicas con AECOM y General Dynamics: "cualquier arma nuclear se produce con la intención de aniquilar ciudades. Banco Sabadell tiene la opción de cerrar estas relaciones hoy y contribuir con el fin de las armas nucleares en la Tierra".
Los activistas de la campaña Banca Armada concluyen: "queremos que cambien sus políticas de inversión y financiación. Es hora de dejar de invertir y sacar réditos de este negocio de la guerra".
La campaña también participará de forma virtual en la próxima junta de Banco Santander gracias a los votos que accionistas de todo el estado han delegado a la campaña Banca Armada para denunciar las malas prácticas de estas entidades bancarias en el negocio de la guerra.
La campaña está formada actualmente por ocho organizaciones -Centre Delàs d'Estudis per la Pau, SETEM, Justicia y Paz, ODG, Col·lectiu Rets, AA-MOC, FETS y Fundació Novessendes- que tienen como objetivo denunciar los vínculos de los bancos convencionales con la industria de las armas para sensibilizar a la sociedad sobre la relación de estas prácticas financieras con las tragedias humanas y los conflictos internacionales. www.bancaarmada.org
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- Maria Vázquez (Centre Delàs d'Estudis per la Pau)
La campaña Banca Armada exige en la junta de accionistas de Banco Santander, que se ha celebrado esta mañana telemáticamente, que detenga las inversiones en al menos 15 empresas del negocio de la guerra.
MAXAM holding y el binomio INDRA-NAVANTIA son algunas de las empresas en las que el banco invierte o concede créditos, con una suma total de casi 3.000 millones de euros.
Los activistas de la campaña Banca Armada denuncian su inversión en otras empresas relacionadas con el armamento nuclear.
Barcelona, 3 de abril de 2020."Actividades manchadas de sangre, roja, como su color corporativo". La campaña Banca Armadaha denunciado esta mañana en la junta de accionistas de Banco Santander -gracias a la delegación de voto de accionistas críticos, con un total de 39.296 acciones-, las políticas de inversión y financiación que esta entidad bancaria continúa desarrollando en empresas de armamento.
La junta de accionistas de este año se ha llevado a cabo de forma telemática a causa de las medidas de urgencia implementadas por el Covid-19, por lo que los activistas de la campaña han hecho su intervención en línea, además de difundir un vídeo para dar a conocer los motivos de la denuncia.
En una carta dirigida a la presidenta, Ana Patricia Botín y el consejo de administración de la entidad, Eduardo Aragón, miembro del Centre Delàs d'Estudis per la Pau y Gemma Amorós, de SETEM Catalunya, activistas de la campaña Banca Armada, han señalado que Banco Santander continúa invirtiendo o concediendo créditos a una serie de empresas vinculadas con el negocio de la guerra, el diseño y mantenimiento de armamento nuclear, la militarización y la securitizació de nuestras fronteras y sociedades.
"Este banco, además, tiene el nefasto honor de ser el que más diversifica su relación con las empresas del sector de defensa o, como preferimos llamarlo nosotros, del sector de la economía de guerra".
La campaña Banca Armada ha podido confirmar que durante el periodo 2014-2019, Banco Santander ha apostado por mantener los vínculos con al menos 15 empresas de la economía de la guerra, con una suma total de inversiones y financiación de casi 3.000 millones de euros.
Banco Santander invierte en empresas Marca España como MAXAM holding, una de las mayores fabricantes de explosivos y munición militar del mundo a través de su filial EXPAL, a la que otorgaron 283 millones de euros en créditos sólo en el periodo 2014- 2019. También se relaciona con el binomio INDRA-NAVANTIA, financiado con 82 millones, que han firmado recientemente contratos para el Suministro de Sistemas de Defensa Electrónica además de los Sistemas IFF CIT-25D para el Programa de las Corbetas Avante 2200 para Arabia Saudí, actual contendiente en la guerra de Yemen, que tiene una monarquía con múltiples vulneraciones de derechos humanos documentadas.
"¿Creen ustedes que es moralmente ético continuar ayudando a estas empresas a financiarse, mediante la concesión de créditos revolving o participando como bookrunners en sus emisiones de bonos a empresas que firman este tipo de contratos?".
El Banco Santander también invierte en industrias que participan del negocio del armamento nuclear: el más peligroso y destructivo para la vida jamás diseñado. Según revela el informe, Shorting our security: Financing the companies that make nuclear weapons, escrito y publicado por PAX, Profundo e ICAN, la entidad bancaria ha decidido invertir parte del patrimonio de sus accionistas en las siguientes empresas: Thales, 581 millones de euros, Safran, 434 millones, Boeing, 372 millones, Airbus, 295 millones, Fluor, 129 millones, Honeywell International, también 129 millones y Serco, 12 millones. En total, 1.953 millones de euros.
Boeing, por ejemplo, está construyendo nuevas armas nucleares para Estados Unidos mediante un contrato de 297 millones de euros para lo que se denomina "Disuasión Estratégica Terrestre" que reemplazarán los misiles balísticos intercontinentales nucleares ICBM Minuteman III. Este gigantesco fabricante también mantiene otros contratos relacionados con estos misiles, que ascienden a un total de más 620 millones de euros.
Otra de estas empresas, Fluor, está involucrada en varias instalaciones empresariales de armas nucleares estadounidenses. A través de una empresa conjunta, Savannah River Nuclear Solutions (SRNS) tiene un contrato de 7.100 millones de euros para construir componentes clave para el programa W88 Alto 370, la ojiva nuclear desplegada en el misil Trident II.
"¿Son conscientes de que dos terceras partes de sus inversiones en armamento están destinadas a empresas relacionadas con armas nucleares? Tienen ustedes en sus manos revertir estas decisiones en un futuro y dejar de financiar a estas empresas. Sin la ayuda o financiación de bancos como el Santander, a las empresas de armamento les costaría mucho más llevar a cabo sus actividades".
La intervención de las activistas de la campaña recuerda a Banco Santander que cada vez más gente empieza a concienciarse: ya son 81 los países que han firmado el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, y 36 los que lo han ratificado, así como la magnitud de los efectos que tendría un desastre nuclear: "recordemos Hiroshima, recordemos Nagasaki, recordemos Chernobyl, recordemos Fukushima. Intenten imaginar cómo se gestionaría sanitariamente otra catástrofe de estas magnitudes, que no conoce fronteras y los efectos nocivos de las que perduran décadas. La crisis que estamos viviendo por la pandemia del Covid-19, a su lado, no es nada. Los profesionales de la salud son claros: 'no hay ninguna forma para responder adecuadamente a una guerra nuclear. Nuestra única solución es trabajar juntos como una comunidad global, para prevenir que esto ocurra".
"Desde la campaña Banca Armada, y en nombre de todas las personas accionistas críticas con sus políticas de financiación de la industria de la guerra, exigimos al Banco Santander que deje de invertir y financiar este tipo de empresas de una vez por todas!".
La campaña está formada actualmente por ocho organizaciones -Centre Delàs d'Estudis per la Pau, SETEM, Justicia y Paz, ODG, Col·lectiu Rets, AA-MOC, FETS y Fundació Novessendes- que tienen como objetivo denunciar los vínculos de los bancos convencionales con la industria de las armas para sensibilizar a la sociedad sobre la relación de estas prácticas financieras con las tragedias humanas y los conflictos internacionales. www.bancaarmada.org
Para más información:
- Maria Vázquez (Centre Delàs d'Estudis per la Pau)
-Activistas de la campaña Banca Armada han intervenido hoy en Bilbao en la junta del BBVA en representación de 26 accionistas críticas con la entidad bancaria, denunciando que el BBVA lidera el ranking de inversiones de la Banca Armada y aumenta su apoyo en empresas involucradas en la fabricación de armamento nuclear.
-"Señores activistas, su dinero se está invirtiendo en la fabricación de armas nucleares, las más devastadoras que se han fabricado nunca en cuanto a impacto medioambiental, material y humano".
Bilbao, 13 de marzo de 2020. Hoy viernes 13 de marzo, activistas de la campaña Banca Armada han denunciado que el BBVA es el banco de España que más invierte en el negocio de la guerra. En el marco de la junta de accionistas que esta entidad bancaria ha celebrado hoy en Bilbao, dos activistas de la campaña han intervenido representando a 26 accionistas críticos (un total de 386.852 acciones).
Edu Aragón, miembro del Centro Delàs de Estudios por la Paz y activista de la campaña, ha destacado que la propia política de inversiones del BBVA, en materia de defensa, indica que la entidad «no invertirá ni ofrecerá servicios financieros a empresas relacionadas con armas que se consideran controvertidas: minas antipersonas, armas biológicas, químicas, bombas de racimo y armas nucleares», mientras la realidad es que este banco ha destinado 4.450 millones de euros a la financiación de la industria armamentística, siendo, un año más, el banco de España que lidera el ranking de inversiones en la industria de armamento y contribuye al mantenimiento de las armas nucleares, aumentando su apoyo en empresas involucradas en la fabricación de armas nucleares. Según el último informe Shorting our security: Financing the companies that make nuclear weapons, publicado en junio del año pasado por PAX, Profundo y ICAN, el BBVA ha invertido 2.528,2 millones de dólares en General Dynamics. Esta empresa de armamento, que fabrica todo tipo de máquinas de guerra de tierra, mar y aire, ha obtenido una serie de contratos relacionados con componentes clave para la producción del misil nuclear Trident II que comparten el Reino Unido y Estados Unidos. El contrato inicial de 30,6 millones de dólares (28,2 millones de euros) adjudicado en 2015, ha sido modificado repetidamente entre el 2017 y el 2018 hasta alcanzar la cifra de 174,4 millones de dólares (155,6 millones de euros).
El informe revela que el BBVA también ha financiado otras empresas conocidas por su participación en la producción de armamento nuclear como AECOM, Airbus Group, Boeing, Bwx Tecnologías, Honeywell International o Jacobs Engineering.
Edu Aragón, de la campaña Banca Armada, ha interpelado a los accionistas que han seguido la junta general: "señores accionistas, su dinero se está invirtiendo en la fabricación de armas nucleares, las más devastadoras que se han fabricado en cuanto al impacto medioambiental, material y humano. Pueden cargar este hecho sobre sus conciencias o pueden exigir a su banco que dejen de hacerlo. Ustedes deciden ".
En los últimos años, además de la producción de armamento nuclear, el BBVA ha financiado empresas que fabrican misiles, explosivos, armas ligeras, balas, helicópteros militares, aviones de combate y electrónica militar, entre otros, que se exportan en Oriente Medio y el Norte de África, contribuyendo a escalar la violencia de los conflictos armados de estos territorios y al hecho de que muchas personas tengan que huir de la guerra hacia Europa.
Por otra parte, Gemma Amorós, de SETEM Cataluña y también activista de la campaña, ha denunciado también la estrecha relación del BBVA con el grupo MAXAM Outdoors SA, a quien ha financiado con más de 458 millones de euros entre 2014 y 2019 . La Unión Europea tiene documentados al menos siete casos de envíos de material bélico fabricado en España en zonas de conflicto. Uno de ellos tiene como protagonista la empresa española MAXAM y como escenario la República Democrática del Congo, que hace 20 años que sufre un conflicto armado que ha afectado a millones de personas en una situación de emergencia considerada por la ONU el año 2017 como de las de más alto nivel, sólo compartida por Siria, Irak y Yemen.
Todas estas inversiones contrastan con las propias políticas del BBVA de compromiso con los derechos humanos y el medio ambiente. Amorós, dirigiéndose al presidente ya los miembros del Consejo de Administración del BBVA ha señalado que "cada vez hay más accionistas y clientes de su banco que se oponen a su política de inversiones porque no quieren tener en sus conciencias el peso de la guerra y de la muerte ".
Durante las próximas semanas, la campaña también participará en las juntas de Banco Santander, Caixabank, Banco Sabadell y Bankia gracias a los votos que accionistas de todo el estado han delegado a la Campaña Banca Armada por denunciar las malas prácticas de las mismas bancarias en relación al negocio de la guerra.