Intervención Junta Accionistas Banco Santander 2013 (Jordi Calvo)
Junta de Accionistas del Banco Santander, Santander, 22 de marzo de 2013
Buenas tardes, señor Presidente, miembros del Consejo de Administración, señores y señoras accionistas, mi nombre es Jordi Calvo Rufanges, les hablo en nombre de 78084 acciones como miembro de la campaña Banco Santander sin Armas, cuyo objetivo es denunciar ante la opinión pública las inversiones en armamento del Banco Santander, así como exigir el abandono total de esta inmoral manera de generar beneficios económicos. Esta campaña es promovida desde el año 2008 por el Centro de Estudios por la Paz JM Delàs de Justícia i Pau, la ONG Setem y el Observatorio de la Deuda en la Gobalización.
Año tras año descubrimos nuevas inversiones del Banco Santander en el negocio de las armas, el de la guerra, el que produce millones de víctimas cada año. Este año nos vemos obligados a decirles de nuevo que ustedes se están lucrando de manera inmoral.
El Banco Santander financia a empresas que fabrican armas nucleares. Como Boeing, EADS, Finmeccanica, General Dynamics, Honeywell International, Rolls-Royce, Safran o Thales. Estas armas son capaces de destruir la vida en el planeta con solo apretar un botón y usted Sr. Botín las está financiando con 1.141 millones de euros en créditos y bonos.
El Banco Santander ayuda a desarrollar, fabricar y vender armas a la industria militar española, una de las industrias menos éticas del mundo, ya que exporta sus armas a más de 30 países en conflcito armado, en situación de tensión interna o donde se vulneran de manera flagrante los derechos humanos. ¿Puede decirnos Sr Botín cuantas armas financiadas por el Banco Santander van destinadas a la guerra o a regímenes dictatoriales y represores? ¿Dónde van a parar las armas de sus participadas Nucleo de comunicaciones y control, Indra, Amper, Grupo Ezentis, Avanzit, Ibérica del Espacio, Sistemas y vehículos de alta tecnología, FCC servicios industriales y energéticos?
Las armas, señores y señoras accionistas, una vez han sido vendidas, no se sabe en manos de quien pueden caer. Son muchos, demasiados, los casos en que las armas antes o después cambian de manos y acaban alimentando conflictos que cada año acaban con la vida de millones de personas. Quien favorece que estas armas existan, son también responsables de su sufrimiento. El Banco Santander lo es y ustedes lo deben saber.
El Banco Santander ha dado créditos a Maxam, una empresa cuya filial, Expal, fabricaba minas antipersona y bombas de racimo, y que ahora sigue produciendo y vendiendo todo tipo de bombas. Gracias al apoyo de este banco.
¿Saben ustedes, accionistas y clientes del Banco Santander, que sus ahorros pueden estar invertidos en fondos de inversión de armas? ¿Se les informa adecuadamente de que con su dinero se está contribuyendo a la carrera armamentística, a que haya más conflictos armados, a que el mundo sea cada vez menos seguro? ¿Es el Banco Santander honesto con sus clientes? ¿O esconde que ha dedicado más de 2160 millones de euros al negocio de las armas durante los últimos años?
Sr Botín, ¿se siente usted orgulloso de que parte de su fortuna provenga de tan repudiable negocio?
Sres accionistas, ¿no les remuerde la conciencia cuando saben que parte del dividendo que van a recibir tras esta Junta puede estar manchado de sangre?
Ni las becas, ni los anuncios, ni los coches de Fórmula 1... podrán limpiar su imagen, que no es otra que la de un banco que hace dinero gracias al sufrimiento de tantas y tantas víctimas de la violencia armada.
Puede que el Banco Santander sea una de las entidades financieras con mayor éxito comercial, con mayor capitalización, con mayores beneficios económicos...pero, desde un punto de vista ético, es uno de los peores bancos del mundo, todo un líder en mala reputación, más de dos mil millones invertidos en armas lo demuestran.
Gracias por su atención
Jordi Calvo Rufanges