Intervenció de la Campanya Banca Armada a la Junta d'Accionistes de Bankia 2021
La Campanya Banca Armada ha denunciat aquest matí, per cinquè any consecutiu, la participació de Bankia en empreses relacionades amb la producció d’armament. Maria Fraile, activista de Fundació Novessendes i en representació de la Campanya Banca Armada, ha intervingut a la Junta d’Accionistes de Bankia per recordar que aquesta entitat financera ha invertit i concedit crèdits sistemàticament durant els darrers anys a empreses vinculades amb el negoci de la guerra i la militarització i securitització de les fronteres i les nostres societats.
Segons dades de la campanya, durant el període 2014-2019, aquest banc ha donat suport i serveis financers a la indústria armamentista per valor de més de 85 milions d'euros. Bankia va donar suport a l’emissió de gairebé 30 milions d'euros de bons d’Indra Sistemas S.A., que dedica al voltant del 19% de la seva producció a desenvolupar electrònica militar, simuladors de vol i sistemes de tir i de defensa electrònica.
“Per a nosaltres, el cas d'Indra és encara més significatiu perquè ha aconseguit postular-se com un actor de referència en aquesta indústria armamentista i de seguretat, sobretot fronterera”, ha comentat Maria Fraile. Prova d'això és la seva actual funció, atorgada pel Govern espanyol, com a coordinadora nacional industrial en el programa europeu de Defensa FCAS (Future Combat Air System) per al desenvolupament d’un nou avió de combat, el més gran programa conjunt europeu de defensa fins al moment.
A més, Indra és una de les grans beneficiàries del finançament en R + D per a projectes de seguretat fronterera. Indra va coordinar el projecte PERSEUS per al desenvolupament d’Eurosur, el sistema de vigilància fronterera de la UE i està involucrada en l’OCEAN2020, el primer projecte finançat pel Fons Europeu de Defensa que té l'objectiu d'integrar plataformes navals no tripulades en la vigilància marítima i en les missions d'intercepció. El material militar que fabrica Indra i els objectius per als quals es fabrica són més que qüestionables, ja que serveixen per enfortir les polítiques de control fronterer que vulneren els drets fonamentals de les persones refugiades que fugen de territoris en conflicte com el del Iemen: “Ningú hauria d'haver de migrar i ningú hauria de ser mai considerat ‘il·legal’ ni veure’s sotmès a aquesta realitat tan lamentable que la Unió Europea sosté gràcies a empreses com Indra a les seves fronteres”.
Bankia també va participar en dos crèdits aportant 55 milions d'euros per a l'empresa MAXAM l’any 2014, una de les empreses d'explosius civils i militars més grans del món, que fabrica i exporta municions de morter, de calibre mitjà, d'artilleria i d'armes lleugeres; granades subaquàtiques; i bombes adhesives, entre d'altres.
Davant d’aquestes dades, la Campanya Banca Armada ha demanat al president de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri i al seu consell d’administració que aturin avui mateix les inversions en el negoci de la guerra: "tenen vostés a les seves mans aquestes decisions. Sense el finançament d'institucions financeres, el 75% de les armes no es podrien fabricar".
CAMPAÑA BANCA ARMADA
INTERVENCIÓN JUNTA DE ACCIONISTAS DE BANKIA - 23/03/2021
Buenos días señores y señoras accionistas, miembros del consejo de administración, señor presidente.
Mi nombre es Maria Fraile y les hablo como miembro de la Campaña Banca Armada, promovida por el Centre Delàs d'Estudis per la Pau, SETEM, Justícia i Pau, l'Observatori del Deute en la Globalització, FETS, Alternativa Antimilitarista-Moviment d’Objecció de Consciència, Col·lectiu RETS, la Fundació Novessendes y la Fundación Finanzas Éticas.
Por quinto año consecutivo, queremos alzar la voz para denunciar las actividades de inversión y financiación que vienen desarrollando con empresas fabricantes de armamento durante los últimos años. Según los datos que hemos podido obtener, y que ustedes saben de sobras, Bankia continúa invirtiendo y concediendo créditos a empresas vinculadas con el negocio de la guerra y la militarización y securitización de las fronteras y de nuestras sociedades.
Hemos podido confirmar que durante el período 2014-2019, su banco financió la industria armamentista con más de 85 millones de euros.
Concretamente, su banco otorgó 55 millones de euros en créditos a la empresa MAXAM en 2014, este hecho ya lo denunciamos en los años anteriores que hemos venido a esta junta, pero queremos recordarlo dado que MAXAM, es una de las empresas de explosivos militares más grandes del mundo. Fabrica y exporta todo tipo de explosivos civiles y militares: municiones de mortero, de calibre medio, de artillería y de armas ligeras; granadas subacuáticas; y bombas lapa, entre otros.
Por otro lado, Bankia también ha participado en la emisión de bonos por valor de casi 30 millones de euros a INDRA, empresa que dedica alrededor del 19% de su producción a desarrollar electrónica militar, simuladores de vuelo y sistemas de tiro y de defensa electrónica.
Para nosotras el caso de Indra es muy significativo porque ha conseguido postularse como un actor de referencia en esta industria del desarrollo de la guerra. Prueba de ello es su actual función, dada por el Gobierno español, como coordinadora nacional industrial en el programa europeo de Defensa FCAS (Future Combat Air System), el mayor programa conjunto europeo de defensa hasta el momento o, tal como preferimos llamarlo nosotras, de economía de guerra. Además, Indra es una de las mayores beneficiarias de la financiación en I+D para proyectos de seguridad fronteriza. Coordinó también el proyecto PERSEUS para el desarrollo de Eurosur, el sistema de vigilancia fronteriza de la UE, y está involucrado en el OCEAN2020, el primer proyecto financiado por el Fondo Europeo de Defensa, que tiene el objetivo de integrar plataformas navales no tripuladas (drones) en la vigilancia marítima y en las misiones de intercepción.
Así pues, el material militar que fabrica Indra y los objetivos para los que se fabrica, son más que cuestionables, puesto que sirven para fortalecer las políticas de control fronterizo que vulneran los derechos fundamentales de las personas refugiadas que huyen de territorios en conflicto como el Yemen, o que simplemente se ven obligadas a migrar porque no pueden vivir en sus países de origen por culpa del sistema económico que ustedes alimentan. Nadie debería tener que migrar y nadie debería ser nunca considerado “ilegal” ni verse sometido a esa realidad tan lamentable que la Unión Europea sostiene gracias a empresas como Indra en sus fronteras.
Y hablando de la guerra del Yemen, Indra también ha participado en el Programa de las Corbetas Avante 2200 de Navantia para Arabia Saudí, líder de la coalición de la guerra en Yemen, subministrando sistemas de defensa electrónica.
Sr. Presidente y miembros del Consejo de Administración, en su Política de Financiación de Sectores controvertidos figuran dos compromisos que entran en contradicción con lo que acabamos de decir. El primero:
- No se financiarán operaciones ni proyectos cuya contrapartida u objetivo sean empresas que fabriquen, distribuyan, comercialicen o fomenten el uso de armas controvertidas. Pero señor presidente, ¿qué arma no es controvertida? Y por otro lado, ¿No considera controvertido lucrarse gracias a los conflictos armados y el sufrimiento humano?
Y el segundo compromiso:
- No se financiarán operaciones ni proyectos de empresas pertenecientes al sector de armas y municiones cuyo país de nacionalidad o residencia mantenga conflictos armados. Pero señor Goirigolzarri, ¿qué hay de las empresas nacionales españolas como INDRA y MAXAM que se lucran del negocio de la guerra y de la militarización en las fronteras?
Desde la campaña Banca Armada, en nombre de todas las personas accionistas críticas con sus políticas de financiación de la industria de la guerra, queremos pedir a Bankia que reflexionen y que no escurran más el bulto, porque los datos son los datos.
Les pedimos responsabilidad y que no piensen sólo en los dividendos, ya sea en el consejo de administración de Bankia o en el de Caixabank, Sr. Goirigolzarri. Tienen ustedes en sus manos esas decisiones. Sin la financiación de instituciones financieras el 75% de las armas no se podrían fabricar.